Las organizaciones sin fines de lucro (ONG) , al igual que cualquier otra organización, son vulnerables a los ataques cibernéticos y a las brechas de seguridad. Con el aumento del uso de internet y las tecnologías digitales, es esencial que las entidades del Tercer Sector adopten medidas de seguridad para proteger sus sistemas y datos.
Consejos de seguridad digital para el Tercer Sector
Recopilamos las claves esenciales para que tu entidad se mantenga segura.
- Utiliza contraseñas seguras y únicas para todas las cuentas de la ONG.
- Mantén los sistemas, programas y herramientas actualizados para asegurar que cuenten con las últimas versiones y estén protegidos de las nuevas amenazas de seguridad.
- Utiliza software de seguridad, como firewalls y programas antivirus, para proteger los ordenadores, portátiles y el resto de sistemas.
- Establece una conexión segura con la red de tu entidad, especialmente si se trata de una red de trabajo colaborativo.
- Crea un plan de formación sobre ciberseguridad para el personal y el voluntariado, reforzando el concepto de cómo mantenerse seguros en línea.
- Genera copias de seguridad regulares de los datos importantes.
- Implanta la autenticación de dos factores para proteger las cuentas importantes.
- Contempla la necesidad de adquirir algún tipo de software de gestión de privacidad para proteger los datos personales de los miembros de tu entidad.
- Trabaja un plan de respuesta a incidentes de seguridad en caso de que suceda una brecha de seguridad.
- Explora los servicios de Cloud Computing seguros y confiables para almacenar y compartir los datos de tu entidad.
La transformación digital y la ciberseguridad
Con la digitalización de la actividad de las entidades, se genera irremediablemente una dependencia de la tecnología que incluye aumento en los riesgos cibernéticos. Por ello es fundamental que las organizaciones sin ánimo de lucro incluyan medidas de ciberseguridad en sus planes de transformación digital. Como hemos visto en el listado anterior, esto incluye la implementación de políticas y prácticas de seguridad sólidas, la educación de los empleados sobre ciberseguridad, entre otros puntos.
Es de especial importancia el tipo de información que las organizaciones suelen almacenar sobre donantes, voluntarios y beneficiarios; por ello deben tomarse medidas para proteger sus sistemas y datos contra ataques cibernéticos. Al hacerlo, las entidades sin ánimo de lucro pueden estar seguras de que sus operaciones continúan funcionando de manera segura y eficiente, lo que les permite centrarse en su misión principal de servir a la comunidad.