Sostenibilidad y medioambiente

Dimensión social: más allá del paisaje

Seguimos comprendiendo más el concepto de sostenibilidad y todo lo que abarca en esta segunda píldora de calidad del año


Cuando pensamos en la responsabilidad social y el desarrollo sostenible, como herramienta para garantizar las necesidades presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras, tendemos a pensar en el medio ambiente como elemento principal, corriendo el riesgo de obviar otras dimensiones que son igual de importantes, porque al igual que si miramos,  por ejemplo, un cuadro del Bosco y nos quedamos solo en el paisaje sin prestar atención a las figuras y las acciones que representan, no tendremos una verdadera percepción de lo que el autor ha querido plasmar. Algo parecido ocurre con la responsabilidad social, que si no tenemos en cuenta el impacto de nuestras actividades sobre las personas y las comunidades, no podremos conocer el verdadero alcance de nuestra responsabilidad social. 

Por ello, para poder tener una visión completa de la responsabilidad social debemos considerar tres dimensiones: la ambiental, la social y la de gobernanza. 

En lo que respecta a la dimensión social, o lo que es lo mismo al impacto que las actividades de una empresa tienen sobre las personas y las comunidades: históricamente la actividad de la empresa ha estado por encima de las personas y las comunidades, tomándose las consecuencias derivadas sobre estas como un mal menor sobre el bien mayor y necesario derivado de la labor de la empresa, así tenemos tristes antecedentes como los asociados a los comienzos de la revolución industrial, donde había jornadas laborales agotadoras, incluyendo entre los trabajos a niños, o comunidades de viviendas insalubres donde se hacinaba el personal que venía de las zonas rurales. 

Afortunadamente, hoy esto nos parece algo anormal, pero en un mundo tan amplio aun puede haber situaciones que no sean lo más deseable, para ello las organizaciones, a través de la responsabilidad social, tienen la oportunidad de liderar el cambio hacia una sociedad más inclusiva y sostenible, donde todos salgamos ganando, porque la dimensión social no solo mejora la calidad de vida de las personas, sino que también fortalece la reputación de las organizaciones, generando confianza y fidelidad entre sus grupos de interés.

Como herramientas y acciones importantes para desarrollar la responsabilidad social corporativa en su dimensión social tenemos:

  1. Planes de Igualdad: con la finalidad de la eliminación de brechas salariales y la promoción de oportunidades para grupos vulnerables.

  2. Códigos éticos: que nos aseguren el respeto por los derechos humanos y la dignidad de las personas. ​Por ejemplo el Pacto Mundial de las Naciones Unidas promueve éticos relacionados con derechos humanos, trabajo, medio ambiente y anticorrupción.

3. Desarrollo comunitario: para beneficiar a las comunidades locales, como por ejemplo con programas educativos, iniciativas de salud y actividades culturales, muchas de las cuales habremos visto por televisión asociadas a alguna empresa y ahora son fomentados por la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estableciendo metas globales para el desarrollo social, como la educación de calidad y la reducción de desigualdades.

4. Acceso a información pública: para facilitar la transparencia en las actividades y decisiones de la empresa, permitiendo que la sociedad evalúe su impacto social de las organizaciones y puedan desarrollar su poder de decisión favoreciendo a unas u otras según el criterio de los clientes. ​

Pero además de los compromisos empresariales, este compromiso en la mejora social también está a nivel gubernamental mediante el desarrollo legislativo para asegurar esta dimensión social como son por ejemplo las que desarrollan algunas de las herramientas anteriormente comentadas para la responsabilidad social:

- Planes de Igualdad ​

En España, su desarrollo está regulado por:

  • Ley Orgánica 3/2007, para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres: Obliga a las empresas con más de 50 trabajadores a implementar planes de igualdad.
  • Real Decreto 901/2020: Establece el marco para la elaboración y registro de los planes de igualdad.
  • Convenios Colectivos: En muchos sectores, los convenios incluyen cláusulas específicas sobre igualdad.

- Desarrollo Comunitario

En este ámbito, destacan:

  • Ley 49/2002, de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos y de los Incentivos Fiscales al Mecenazgo: Promueve la inversión en proyectos sociales mediante beneficios fiscales.

- Condiciones laborales justas

La protección de los derechos laborales está regulada por:

  • Estatuto de los Trabajadores (Real Decreto Legislativo 2/2015): Garantiza condiciones laborales dignas y seguras.
  • Convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT): Incluyen estándares sobre trabajo decente, seguridad y salud laboral

- Acceso a información pública ​

La transparencia es clave para la confianza social. En España, se regula mediante:

  • Ley 19/2013, de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno: Obliga a las empresas y administraciones públicas a ser transparentes en sus actividades.

Directiva Europea 2014/95/UE: Exige a las grandes empresas publicar información no financiera, como su impacto social y ambiental

Así es que, si tenemos en cuenta estos criterios, del mismo modo que podemos disfrutar de una pintura del Bosco, de sus paisajes, sus acciones como, por ejemplo, en su cuadro “El carro de Heno”, más allá del paisaje podemos descubrir las distintas motivaciones de las personas y las comunidades que representan el cuadro, del mismo modo podremos entender y desarrollar la responsabilidad social, si somos capaces de incluir esta dimensión ambiental.  

 

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