El cambio climático es una de las mayores amenazas que enfrenta nuestro planeta y, por ello, debemos tomar medidas inmediatas para mitigar sus efectos. Cuando hablamos de trabajo en la nube o Cloud Computing vienen a nuestra mente términos como sostenibilidad, ahorro energético, ecología medioambiental, entre otros.
En los últimos años, hablar de sostenibilidad se ha vuelto cada vez más importante, y por una buena razón. En muchas ocasiones, el área en la que no esperamos encontrar un impacto es en el mundo de la tecnología, y específicamente en la computación en la nube. Sin embargo, resulta que la nube podría estar causando más daño al planeta de lo que pensamos.
¿Es este un caso por el que preocuparnos?
Cuando las entidades recurren al uso de servicios de almacenamiento en la nube, están subcontratamos el procesamiento y almacenamiento de su información y datos a centros de datos masivos. Estos centros de datos están a cargo de Amazon, Microsoft y Google, y son algunos de los mayores consumidores de energía del mundo.
Para alimentar estos espacios, se requiere de grandes cantidades de electricidad, gran parte de la cual proviene de fuentes no renovables como el carbón y el gas natural, aunque existen sistemas de refrigeración que hacen uso del vapor que están siendo optimizados para reducir el consumo de agua (no potable).
Todo este consumo de energía da como resultado una gran huella de carbono. Según el último informe Clicking Clean de Greenpeace, el Internet y la tecnología representan alrededor del 4% de las emisiones globales de carbono, más del doble de las emisiones producidas por la industria aérea. Para 2030, se espera que esta cifra se duplique nuevamente, con la tecnología y la computación en la nube representando más del 8 % de todas las emisiones de carbono.
La nube ayuda a reducir la huella de carbono
El crecimiento y el uso masivo de las nuevas tecnología en los últimos años es evidente, y con ello el consumo de energía se ha visto incrementado. Sin embargo, es importante valorar cómo las TIC son una herramienta primordial y, a la vez, una solución a la hora de hablar de la reducción de las emisiones que genera su uso. Y entre éstas, destacar que el Cloud Computing se posiciona como una de las TIC más sostenibles y eficientes desde el punto de vista medioambiental.
Esta tecnología contribuye positivamente en la mejora de las comunicaciones y permite a las ONG trabajar y organizarse de una manera más productiva y eficiente, mostrándose como una opción válida, económica y sostenible en la gestión de los recursos. Cabe destacar que esta alternativa ofrece múltiples ventajas, tales como:
- Ahorro energético.
- Gestión remota y centralizada de la información (minimizando los recursos invertidos en el acceso a los servicios alojados).
- Diseñar e implementar nuevas políticas avanzadas de ahorro energético.
- Mayor usabilidad y eficacia de las infraestructuras tecnológicas.
RSC + Cloud Computing = sostenibilidad
La Responsabilidad Social Corporativa también se extiende al uso responsable de los recursos en la nube por parte de las propias organizaciones. Esto implica optimizar el uso de los servicios en la nube, escalando los recursos según las necesidades y evitando el exceso de almacenamiento y procesamiento innecesarios.
Al adoptar prácticas de uso eficiente, las ONG contribuyen a una sostenibilidad adecuada y demuestran su compromiso con la responsabilidad medioambiental.
Una entidad debe tomar conciencia y tiempo para valorar el impacto de su actividad. Una vez realizado ese análisis, la elección de proveedores sostenibles no será complicada. Por otra parte, cumplir con los estándares ambientales y utilizar los recursos consolidados de manera responsable, garantizan un uso de la nube beneficioso tanto para la ONG como para el medio ambiente. Aquí es donde podemos decir que se tiene en cuenta la eficiencia energética.
El futuro sostenible en la nube
El futuro es prometedor y se espera que juegue un papel crucial en la transformación hacia un mundo más verde y respetuoso con el medio ambiente.
A medida que la tecnología de la nube continúe evolucionando, será importante que prioricemos la sustentabilidad y trabajemos para reducir nuestro impacto en el medio ambiente. Al incorporar la sustentabilidad en nuestras operaciones en la nube, podemos crear un futuro más sustentable.
Mediante el uso de energías renovables, el diseño eficiente de los centros de datos, la innovación tecnológica (que traerá sistemas de refrigeración avanzados), la educación y la concienciación se podrá optar a que las organizaciones prioricen la sostenibilidad en su arquitectura de nube y, por lo tanto, se podrá hablar de un futuro más sostenible para nuestro planeta y garantizar que podamos seguir prosperando en la Tierra para las generaciones venideras.