Tercer Sector Digital

El papel del tercer sector en la reducción de la brecha digital de género

Escrito por Equipo Editorial | 04-mar-2025 21:18:25

 

La brecha digital de género sigue siendo un desafío limitante para el acceso de las mujeres a la tecnología y, con ello, a oportunidades educativas, laborales y de participación ciudadana relacionadas con la ciencia, la innovación y la digitalización. En este contexto, el tercer sector, juega un papel crucial en la reducción de esta desigualdad que complica el desarrollo personal y laboral de muchas mujeres.

La brecha digital de género: una barrera para la igualdad

La brecha digital de género se puede ver reflejada en distintos niveles: desde el acceso desigual a dispositivos y conectividad, la falta de habilidades digitales, hasta la escasa representación femenina en carreras y profesiones TIC. Según diversos estudios, las mujeres tienen menos probabilidades de acceder a internet y a formación en competencias digitales, lo que perpetúa desigualdades económicas y sociales.

El tercer sector como parte del cambio

Las entidades sociales han desarrollado iniciativas clave para ir disminuyendo esta brecha en la medida de lo posible. Algunas de las estrategias que se han llevado a cabo y que resultan efectivas conllevan:

  • Capacitación digital inclusiva: programas formativos para enseñar a mujeres y niñas habilidades tecnológicas, desde el uso básico de herramientas digitales hasta la programación y la ciberseguridad.
  • Acceso a dispositivos y conectividad: distribución de equipos y creación de espacios con acceso a internet en comunidades vulnerables.
  • Mentoría y redes de apoyo: a través de la promoción de modelos a seguir y redes de mentoría que motiven a más mujeres a integrarse en sectores TIC y de innovación.
  • Sensibilización y defensa de derechos: diseñando y llevando a cabo campañas para visibilizar la importancia del acceso equitativo a la tecnología y su impacto en la igualdad de género.

La actividad de las entidades del tercer sector puede fomentar el desarrollo digital a través de acciones como:

  • La creación de programas de innovación social, otorgando espacios donde las mujeres puedan desarrollar soluciones tecnológicas para sí mismas y sus comunidades.
  • Formación en emprendimiento digital, incluyendo iniciativas que impulsen la creación de negocios digitales y el acceso a financiamiento digital (kit digital, kit consulting, etc).
  • El desarrollo de aplicaciones educativas personalizadas, con herramientas digitales que se adaptan a diferentes niveles de aprendizaje y necesidades específicas.

Por otro lado, el acceso a la tecnología también impulsa el desarrollo personal, permitiendo a las mujeres fortalecer sus habilidades, mejorar su autoestima y acceder a nuevas oportunidades profesionales.

Casos de éxito y desafíos pendientes

Existen numerosos ejemplos de organizaciones del tercer sector que han logrado avances significativos. Programas como Mujeres Digitales o #ChicasInTech han facilitado la formación y empleabilidad de miles de mujeres en el ámbito digital. Sin embargo, persisten desafíos como la sostenibilidad de estas iniciativas, la necesidad de mayor financiación y la colaboración con el sector público y privado.