La economía circular es un modelo económico que se enfoca en la sostenibilidad mediante la reducción de residuos y la maximización del uso de los recursos.
Para las entidades sin ánimo de lucro, este modelo es especialmente importante por varias razones:
- Sostenibilidad ambiental. Las entidades sin ánimo de lucro a menudo trabajan en áreas relacionadas con la conservación del medio ambiente, la reducción de la pobreza y la mejora de la calidad de vida. Adoptar prácticas de economía circular ayuda a minimizar el impacto ambiental y a preservar los recursos naturales, alineándose con sus objetivos de sostenibilidad.
- Eficiencia de recursos. La mayoría de las ONG cuentan y operan con presupuestos limitados. La economía circular promueve el uso eficiente de los recursos, lo que puede traducirse en ahorros significativos. Reutilizar, reparar y reciclar materiales puede reducir los costos operativos y permitir que los fondos se destinen a otras áreas críticas de la misión de la organización.
- Innovación y liderazgo. Al adoptar principios de economía circular, las entidades pueden posicionarse como líderes en innovación sostenible. Esto no solo mejora su reputación, sino que también puede atraer financiación y apoyo de donantes que valoran la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental.
- Creación de empleo y comunidades resilientes. La economía circular puede generar nuevas oportunidades de empleo en áreas como la reparación, el reciclaje y la remanufactura. Esto es especialmente relevante para las organizaciones que trabajan en comunidades vulnerables, ya que pueden fomentar el desarrollo económico local y la resiliencia comunitaria.
Pero, antes de seguir, ¿Por qué es importante la economía circular para las?
La economía circular ofrece a las ONG una serie de beneficios, entre los que destacan:
✔️ Reducción de costes operativos mediante la minimización de residuos, la reutilización de materiales y la optimización del consumo de recursos, etc.
✔️ Mayor impacto social creando empleos verdes, apoyando a las comunidades locales y promoviendo prácticas sostenibles, entre otras.
✔️ Mejora de la reputación como organizaciones responsables y comprometidas con el medio ambiente.
✔️ Acceso a nuevas fuentes de financiación, tales como subvenciones, inversiones de impacto y programas de responsabilidad social corporativa.
Las siete R de la Economía Circular
Las siete R son principios clave que guían la economía circular, ayudando a las organizaciones y a la sociedad en general a reducir su impacto ambiental y a usar los recursos de manera más eficiente. Cuando hablamos de ellas nos estamos refiriendo a:
- Rediseñar: Crear productos que tengan un impacto ambiental mínimo y que sean fáciles de reparar, actualizar o reciclar. Implica pensar en la sostenibilidad desde la etapa de diseño.
- Reducir: Minimizar el uso de recursos y la generación de residuos. Esto incluye la reducción del consumo de energía, agua y materias primas.
- Reutilizar: Aprovechar los productos y componentes al máximo antes de desecharlos. Implica encontrar nuevas formas de usar los artículos que ya no se necesitan en su forma original.
- Reparar: Arreglar productos en lugar de desecharlos. Esto extiende la vida útil de los productos y reduce la demanda de nuevos recursos.
- Renovar: Actualizar y mejorar productos antiguos para que puedan seguir siendo útiles. Esto puede incluir la modernización de equipos y la mejora de componentes.
- Reciclar: Procesar materiales usados para convertirlos en nuevos productos. El reciclaje reduce la necesidad de materias primas vírgenes y disminuye la cantidad de residuos que terminan en vertederos.
- Recuperar: Extraer materiales y energía de residuos que no pueden ser reciclados de manera tradicional. Esto puede incluir la recuperación de energía a través de la incineración controlada de residuos no reciclables.
Adoptar estos principios permite a las entidades sin ánimo de lucro no solo cumplir con sus objetivos ambientales, sino también optimizar sus operaciones y contribuir a un futuro más sostenible e inlusivo.