Muchas entidades sin ánimo de lucro tienen entre sus metas crear formaciones online. Ya sea de cara a la sociedad en general, a públicos más concretos, personas beneficiarias de proyectos o a públicos internos (profesionales, voluntariado, etc.).
Además, muchas encuentran en la formación online una fuente de financiación, bien a través de subvenciones, convenios o incluso venta directa de sus cursos al público, instituciones, etc.
¿Cómo acertar con esas formaciones? ¿Por dónde empezar y cómo hacerlas atractivas y funcionales?
Cinco claves en la creación de contenido de formación online de una ONG
- Analiza, analiza y analiza. No hay curso de formación online que funcione si no se han tenido en cuenta tres pilares:
- Para quién es esa formación,
- Qué conocimientos y experiencias de formación online ha tenido previamente (grosso modo)
- Dónde queremos que estén al terminar la formación.
Este análisis debe orientar todo lo demás.
Todos y todas hemos tenido alguna vez la experiencia de apuntarnos a un curso de formación online que no ha cumplido con las expectativas. Pues, el objetivo de esta fase es procurar evitar esta sensación. Y, por ello, es muy importante analizar tu público.
- Tema vigente y candente. La temática del curso tiene que tener valor, no solo para tu organización, sino para el público destinatario y, además, interesa que sea un tema de actualidad.
Por ejemplo, si queremos lanzar un curso sobre medioambiente abierto a toda la sociedad, quizá te convenga lanzarlo aprovechando que los medios de comunicación están dando eco a algún desastre, cumbre o similar. O, si se trata de una formación para los equipos, procura que sea de un tema que les afecta directamente y cuyo valor es percibido ahora como interesante.
- Documentación. Esta fase es importante. Buscar fuentes de información fidedignas que corroboren el contenido del curso ayuda a generar confianza y autoridad a tu contenido. Quizá tu organización sea una autoridad en la temática, pero, añadir más fuentes externas, aporta reconocimiento. Procura que esta fuente esté bien valorada.
- Estructurar. Las personas que estamos realizando un curso de formación online buscamos que el contenido sea ameno, esté bien explicado y que se adapte a mí. Esta fase es clave, es el viaje que las personas van a hacer dentro de tu contenido formativo. Así que hazlo bien: organiza bien los temas, cerciórate de que vayamos de menos a más, vincula unos temas con otros, recuérdale a la persona en qué punto está y cuánto queda para terminar (barra de progreso), ilustra el contenido con imágenes o vídeos que ayuden a interpretar y asentar el recuerdo, señala y repite los conceptos clave cada vez que incorpores uno nuevo dentro del tema y, lo más importante, trocea el contenido lo más que puedas; piensa que las personas hoy andamos justas de tiempo, así que organizar el curso en pequeñas píldoras, de 15 - 20 minutos, ayudará a la gente a organizarse.
- Digitaliza. En los entornos digitales, las personas buscamos navegar de una manera diferente. Por ello, debes de superar el PDF o la presentación en PowerPoint y lanzarte a la creación de interactivos. Estos son más atractivos, ligeros y activos para el usuario del curso. Algunas herramientas como Genially o Articulate, nos ayudan a crear cursos dinámicos y con más enganche.
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