Estás tratando de digitalizar, innovar e impulsar la actividad de tu entidad. Estudias cómo implementar herramientas que ayuden en la gestión de donaciones, automatización de procesos internos, seguimiento de proyectos con big data o pruebas con inteligencia artificial pero, ¿siempre se complica (especialmente en costes) más de lo esperado?
Hoy te introducimos en el concepto de "Deuda Técnica".
¿Qué es la deuda técnica?
La deuda técnica se refiere a los compromisos que una organización asume al tomar atajos o decisiones poco estudiadas en el desarrollo o la implementación de software o sistemas tecnológicos. Algunos ejemplos de atajos son:
- Omitir pruebas exhaustivas,
- No seguir las mejores prácticas de desarrollo
- Elegir soluciones más baratas pero menos seguras y útiles.
Aunque estos métodos pueden acelerar las implementaciones de herramientas o las fases iniciales de un proyecto, a menudo generan problemas técnicos y costes adicionales a largo plazo.
Cómo puede afectar la deuda técnica a una ONG
En la digitalización del Tercer Sector la deuda técnica cobra especial importancia por acabar repercutiendo en costes y plazos, que suelen ser características más rigurosas debido a la falta de flexibilidad, en comparación con otras empresas con fines de lucro.
- Costes ocultos: desarrollos que incluyen deuda técnica pueden parecer soluciones económica en el corto plazo, pero con el tiempo, puede aumentar los costes. Los problemas técnicos no resueltos pueden requerir más tiempo y recursos para corregirse posteriormente.
- Riesgo de seguridad: ignorar las actualizaciones de seguridad o no invertir en medidas de protección adecuadas puede exponer a la ONG a riesgos de ciberseguridad. Esto puede poner en peligro datos sensibles de donantes y beneficiarios.
- Ineficiencia operativa: los sistemas tecnológicos deficientes pueden hacer que los procesos internos sean menos eficientes, lo que significa que más tiempo y recursos se gastan en tareas que podrían automatizarse o simplificarse si se planifican correctamente.
- En riesgo la imagen y la reputación: las ONG a menudo dependen de la confianza del público y los donantes, así como de su compromiso con los financiadores. Si los sistemas tecnológicos fallan, no están a la altura o se ven afectados por problemas técnicos, la reputación de la organización puede sufrir.
Cómo evitar la Deuda Técnica
- Planificación y evaluación: antes de embarcarse en un proyecto tecnológico, es importante realizar una planificación adecuada y una evaluación de costos y beneficios a largo plazo. Esto ayuda a evitar decisiones apresuradas basadas únicamente en el mejor coste.
- Colaboración con expertos: si tu ONG no tiene experiencia en desarrollo o subcontratación tecnológica, considera buscar apoyo en servicios de profesionales calificados que puedan ayudar a evitar o minimizar la deuda técnica.
- Mantenimiento continuo: en la planificación es importante tener en cuenta que habrá que invertir en el mantenimiento y la actualización regulares de los sistemas tecnológicos, para prevenir problemas futuros.
- Educación y concienciación: capacita a los equipos de la organización sobre la importancia de la deuda técnica y cómo tomar decisiones informadas en proyectos tecnológicos.
Con estos puntos se podrán tomar decisiones tecnológicas informadas y evitar atajos que puedan generar problemas técnicos en el futuro. Esto ayudará a las ONG a maximizar su impacto y poder contar con la tecnología como aliada y no como un lastre.