Tercer Sector Digital

Observar con propósito en el Tercer Sector: por qué la medición de impacto nos apoya para averiguar cómo lo hacemos

Escrito por Equipo Editorial | 08-jul-2025 11:01:19

 

Los recursos de las entidades sociales suelen ser limitados por defecto y sus necesidades crecen a ritmo acelerado. Por ello, las ONG se enfrentan en su día a día a un reto cada vez más estratégico: demostrar el valor real de su intervención social, de su misión. No basta con establecer proyectos e implantar acciones. Hoy es necesario observar con propósito para saber qué funciona, qué no, y cómo evolucionar de manera sostenible.

Aquí es donde entra en juego una herramienta clave, pero muchas veces poco utilizada o infravalorada, nos referimos a la medición de impacto social.

¿Por qué medir el impacto social?

La medición de impacto no es solo un ejercicio de rendición de cuentas para financiadores o instituciones públicas. Es, ante todo, una brújula estratégica. Medir bien, con propósito y enfoque, nos permite entender cómo lo estamos haciendo, dónde están nuestras fortalezas, y qué debemos ajustar para multiplicar el valor social que generamos.

En el ámbito de la transformación digital en el Tercer Sector, contar con datos relevantes y analizarlos inteligentemente nos permite tomar decisiones informadas, planificar con visión de futuro y comunicar nuestro impacto de forma más efectiva.

Observar con propósito: mucho más que indicadores

Observar no es solo mirar. Es mirar con una intención clara. En este caso lo que se quiere es mejorar, evolucionar y generar mayor impacto. Esto implica trabajar para diseñar procesos de medición que no solo recojan datos, sino que los transformen en insights accionables.

Como ejemplo, algunas preguntas que se tienen en cuenta para dar resultados medibles son:

  • ¿Qué parte de nuestro programa genera más cambio en las personas beneficiarias?
  • ¿Qué canal de comunicación es más efectivo para sensibilizar a la ciudadanía?
  • ¿Qué tipo de alianzas estratégicas aumentan nuestra capacidad de intervención?

Este tipo de cuestiones solo pueden responderse desde una cultura de análisis y mejora continua, basada en datos relevantes.

El rol de la transformación digital en la medición de impacto

Una de las palancas más poderosas para avanzar en este camino es la transformación digital. Herramientas como CRMs sociales, paneles de control (dashboards), plataformas de evaluación participativa o soluciones de analítica de datos permiten a las organizaciones sociales realizar acciones de apoyo para su estrategia tales como:

  • Automatizar la recogida y análisis de datos
  • Visualizar tendencias y patrones en tiempo real
  • Reducir carga administrativa para el personal técnico
  • Tomar decisiones basadas en evidencias, no solo intuición

Además, estas herramientas habilitan una mayor transparencia, lo que fortalece la relación con donantes, financiadores y ciudadanía.

Medir también es comunicar

Otro gran valor de observar con propósito es que la medición de impacto fortalece el relato de la organización. Nos da argumentos concretos para visibilizar el valor de nuestro trabajo en campañas de captación de fondos, informes de actividad o alianzas estratégicas.

En un mundo cada vez más saturado de información, poder decir “esto es lo que hacemos, así lo medimos y este es el cambio que generamos” es un diferencial competitivo.

Y no se trata solo de números, sino de historias respaldadas por datos, que emocionan y convencen.

Barreras comunes y cómo superarlas

Muchas entidades sociales temen que medir impacto sea costoso, complejo o incluso que "deshumanice" la intervención. Sin embargo, al adoptar una visión progresiva y adaptada al tamaño y madurez de la organización, es posible comenzar con pasos sencillos:

  • Establecer unos pocos indicadores clave alineados con los objetivos sociales
  • Aprovechar herramientas gratuitas o de bajo coste de analítica y gestión
  • Formar internamente a equipos en competencias digitales básicas
  • Priorizar la medición cualitativa y participativa cuando los recursos son limitados

La clave es no esperar a tener “todo perfecto” para comenzar a medir, sino adoptar una actitud experimental y de mejora constante.