La migración de una página web institucional o corporativa no es una tarea menor. Ya sea por motivos tecnológicos, de diseño, de accesibilidad o por un rediseño estratégico, trasladar una web implica riesgos importantes, pero también una gran oportunidad para mejorar la presencia digital de tu entidad. Uno de los aspectos que con frecuencia se pasa por alto es el cumplimiento normativo, especialmente la ley de cookies y otras normativas de protección de datos. Pero hay mucho más que considerar.
Una migración web no debe comenzar sin una auditoría previa. Este análisis inicial permite entender el estado actual del sitio, identificar contenido valioso, detectar enlaces rotos, evaluar el SEO existente y, sobre todo, descubrir posibles problemas legales (como cookies no autorizadas, formularios sin aviso legal, etc.).
Migrar un sitio web implica más que copiar y pegar contenidos. Aquí van algunas claves fundamentales:
Define objetivos concretos: ¿mejorar la velocidad?, ¿adaptarse a móviles?, ¿renovar el diseño?, ¿cumplir nuevas normativas
2. Redirecciones 301 bien configuradas
Uno de los errores más comunes es no configurar redirecciones permanentes desde las URLs antiguas a las nuevas. Esto afecta tanto al SEO como a la experiencia del usuario.
3. Pruebas en entorno de staging (entorno de preproducción o test A/B)
Antes de hacer pública la nueva web, realiza pruebas en un entorno cerrado para verificar enlaces, formularios, rendimiento, etc.
4. Comunicación interna y externa
Informa a los equipos implicados (comunicación, IT, jurídico) y a los usuarios si es necesario. Una buena comunicación reduce la fricción.
La ley de cookies en Europa (y adaptada en países como España mediante la LSSI y el RGPD) exige que cualquier web que instale cookies no esenciales obtenga el consentimiento informado y explícito del usuario antes de activarlas.
¿Qué implica esto?
¿Qué cookies están exentas?
Las cookies técnicas o funcionales, necesarias para el funcionamiento básico de la web (por ejemplo, para mantener iniciada la sesión), están exentas de consentimiento previo, pero deben mencionarse igualmente en la política de cookies.
¿Qué tiene que hacer el usuario?
El usuario debe tener el control sobre las cookies. Esto implica:
- Ver un aviso claro y no engañoso.
- Poder aceptar todas, rechazarlas o configurarlas individualmente.
- Acceder a la política de cookies de forma sencilla.
- Tener la posibilidad de revocar el consentimiento en cualquier momento (por ejemplo, desde un enlace en el pie de página).
Este consentimiento debe registrarse y poder demostrarse en caso de auditoría o inspección.
a. Piensa en SEO desde el principio
Incluye en el equipo de trabajo a un experto SEO que pueda guiar decisiones técnicas y de contenido desde la fase de planificación
b. Optimiza la velocidad de carga
Una nueva web debe ser más rápida que la anterior. Comprime imágenes, minimiza código, usa hosting de calidad y evalúa el uso de CDN (Content Delivery Network o Red de Distribución de Contenidos).
c. Garantiza la accesibilidad
Especialmente si eres una entidad pública o sin ánimo de lucro, debes cumplir las directrices WCAG (Web Content Accessibility Guidelines) para que la web sea navegable por personas con discapacidades.
d. Actualiza los textos legales
Aprovecha la migración para revisar el aviso legal, la política de privacidad y la de cookies. Asegúrate de que están adaptados al RGPD y reflejan lo que realmente hace tu sitio web.
La migración no termina al lanzar la nueva web. Necesitas un periodo de seguimiento donde puedas llevar a cabo acciones como:
También es recomendable realizar un nuevo análisis legal del sitio en producción para confirmar que todo se implementó de manera correcta.