En la actualidad, cuando navegamos por internet, sentimos como fundamental que nuestra información personal, como las contraseñas, los datos bancarios o cualquier otro dato sensible, estén protegidos. Para lograrlo, se utilizan tecnologías como los certificados SSL (Secure Sockets Layer), los cuales juegan un papel crucial en la seguridad de nuestras interacciones online.
Un certificado SSL es un protocolo de seguridad que permite establecer una conexión encriptada entre un servidor web y un navegador de cualquier usuario. Este proceso de encriptación asegura que los datos transmitidos entre ambos no puedan ser leídos ni modificados por terceros, como hackers. Cuando un sitio web tiene un certificado SSL válido, la información que se transmite a través de él está protegida, lo que minimiza el riesgo de fraudes y accesos no autorizados.
El proceso de funcionamiento es bastante sencillo pero al mismo tiempo muy eficaz. El servidor web que posee el certificado SSL establece una conexión cifrada con el navegador del usuario mediante el protocolo HTTPS (Hypertext Transfer Protocol Secure). Al realizar una conexión segura, el navegador del usuario verifica la validez del certificado y, si todo está correcto, permite que la comunicación continúe de manera segura.
Cuando un sitio web tiene un certificado SSL, los usuarios pueden ver un candado cerrado con la frase "la conexión es segura" en la barra de direcciones del navegador, lo cual indica que la página es segura. Además, la URL de la página comienza con "https://" en lugar de "http://", lo que señala que la comunicación es cifrada y protegida.
Como hemos dicho antes, el principal propósito de un certificado SSL es el de garantizar la seguridad y privacidad de los datos que se transmiten a través de internet. Sin embargo, existen otras funciones clave de un certificado SSL para una página web:
Encriptación de datos: SSL cifra la información que se transmite entre el servidor y el navegador, lo que hace que cualquier intento de interceptar los datos sea inútil.
Autenticidad del sitio web: Un certificado SSL verifica la identidad del sitio web. Al obtener un certificado, el sitio web pasa por un proceso de validación por parte de una autoridad certificadora, lo que garantiza que el sitio es legítimo y no es una página falsa que intenta robar datos.
Confianza del usuario: Los navegadores de internet identifican como no seguras las páginas que carecen de un certificado SSL válido. Esto puede provocar desconfianza en los usuarios y llevarlos a abandonar el sitio web.
Protección contra ataques: El protocolo SSL ayuda a proteger contra ataques como el man-in-the-middle, en el que los atacantes intentan interceptar la comunicación entre el servidor y el usuario.
Las organizaciones del tercer sector también obtienen grandes ventajas al contar con un certificado SSL en su página web. Entre los beneficios más destacados se encuentran: